jueves, 1 de diciembre de 2011

¿quien me currará los besos que dejaste en mi piel?

No estás siempre en mi mente, solo te recuerdo cuando no me acuerdo de olvidarte ya que se me olvida, ya sabes lo despistada que puedo llegar a ser. Pero admito que las tardes se me hacen un tanto largas desde aquel septiembre, y las madrugadas son interminables. Me paso las 24 horas sintiendo tus manos por mi cuerpo y tus besos por mi piel, a donde quiera que vaya te siento. No me he acostumbrado del todo a que no me den las buenas noches con un preciosa al final. Ojala pudiese haber guardado tu esencia, la fragancia que se borro de mi, el olor de tus camisetas,el sabor de tus besos, los silencios que conseguías llenar y el tacto de tu espalda contra la mía. Y en los momentos de debilidad desearía regresar al punto de partida, volver todo atrás y vivir aquella aventura, mentir por vernos esas tardes de verano, pero, ¿sabes de lo que más me arrepiento? de que si hubiera sabido que esa vez iba a ser la última que te besará, me hubiera quedado ahí eternamente. Tengo miedo de seguir echándote de menos y tu sigas de flor en flor, pero también de dejar de echarte de menos de repente, y de no poder echar de menos a nadie más que no seas tú, centrarme solo en ti y caer en una especie de agujero negro sin fondo. De que no leas esto o que lo leas y sepas que va por ti, de encontrarte y que me trates como una amiga o que ni siquiera te acuerdes de mi.

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